Un estudio publicado por McKinsey & Company, indica que solo el 10% de las empresas están aplicando estrategias encaminadas hacia la industria 4.0. La falta de coordinación interdepartamental, la mentalidad de la plantilla o las infraestructuras y sobre todo el miedo a lo nuevo y al cambio, son algunos de los hándicaps con los que se encuentran y que no ayudan a esta implementación.
Antonio García, director general de la empresa Bossard Spain, coincide en que la mayoría de los negocios no están preparados para afrontar esta nueva revolución industrial. Según él hay una serie de pasos para encaminarse a la digitalización.
En este sentido también coincide con los autores del libro “La Industria 4.0 en la sociedad digital" de Antoni Garrell y Llorenç Guilera dónde también se proponen una serie de pasos que consideran que son los más importantes para que la digitalización tenga una buena implementación en las empresas.
Los pasos más importantes en que coinciden son:

• Familiarizase con la industria 4.0 y verla como una oportunidad y no como una amenaza, el que consideran el paso más importante.
• Definir los objetivos estratégicos y ser flexible para querer probar nuevas ideas.
• El personal debe reciclarse y/o renovarse con perfiles flexibles y adaptables.
• Contratar expertos para satisfacer necesidades específicas.
• Centrarse en la creación de valor y pensar en los clientes.
• Maximizar la relación productividad-calidad.
• Dar soporte al producto y aplicar la gestión colaborativa.

Los principales cambios tienen como denominador común la adaptación, la flexibilidad y perder el miedo a lo nuevo y a lo desconocido.
La consecuencia de todas estas acciones será que, en un futuro muy próximo, las empresas tendrán una cadena de suministros extremadamente rápida, ágil y flexible que permitirá en todo momento decidir en base a productividad. La interconexión es el factor clave que hará posible esta rapidez y eficacia. Las empresas deberán tener un sistema informático capaz de asumir esta nueva colaboración Informatica.
Otra de las cuestiones que plantea la industria 4.0 es la sostenibilidad de las empresas. En el futuro estas cuestiones que hoy son más éticas que legales serán de obligada necesidad, es por eso por lo que las empresas deberán anticiparse a estos nuevos cambios con la innovación, la globalización y la productividad.