Hoy, 28 de abril, es el Día Internacional de las Niñas en las TIC. Este día pretende incentivar a las nuevas generaciones a formarse para trabajar en el ámbito de las telecomunicaciones, ya que es un sector históricamente masculino.
En eDiversa Group formamos parte del sector TIC y estamos comprometidos en aportar nuestro grano de arena a la causa. En este sentido, hemos querido hablar con Elena Álvarez, Development Project Manager, nuestra representante femenina con más años de experiencia en el sector TIC. ¡Ya son más de 15 y esperamos que sean muchos más!
¿Cuándo viste claro tu futuro profesional?
Desde pequeña he sido totalmente tecnológica, o de ciencias podemos decir. En mi colegio daban unas asignaturas de programación y de electrónica orientadas a ingenierías y ahí lo vi claro, mi destino era la ingeniería. En el Bachillerato ya me decliné por toda la rama de ciencias. Y, cuando llegó el momento de elegir la carrera, opté tanto por la de Informatica como la de Industriales, pero realmente con la vista puesta en la de Informática, que era lo que más me gustaba.
¿Qué cambios has notado en el sector o el mundo tecnológico desde que empezaste en él hasta ahora?
Han pasado más de 20 años desde que empecé a tocar ordenadores y estos últimos años la tecnología ha mejorado espectacularmente. Realmente lo que ha cambiado es la tecnología no mi experiencia o visión sobre ella.
Hoy en día, aunque solo seas usuario tienes que trabajar con un ordenador, por lo tanto, un mínimo de conocimientos yo creo que todo el mundo debe tener. Por ejemplo, yo cuando iba al colegio, los trabajos los hacíamos a mano. Y ahora es todo con Word y te puntúan que hayas usado los estilos para hacer el índice automáticamente.
Es más, aunque seas ebanista vas a tener que hacer facturas a tus clientes, vas a tener que recibir facturas de tus proveedores y vas a tener que realizar unas gestiones, aunque sea con Hacienda, para las que vas a necesitar usar un ordenador.
¿Cómo definirías la presencia femenina en el sector TIC y en la sociedad en general?
En los últimos años ha habido un boom del feminismo que nos ha hecho a todos ponernos las gafas moradas, incluso en las universidades, las empresas o las federaciones deportivas, así que todo el mundo está intentando visibilizar el trabajo del género femenino.
La mirada lila es relativamente actual porque, por ejemplo, cuando yo estudié no percibí que existiera ningún plan para fomentar el acceso de las mujeres a las carreras técnicas. Y estoy segura de que ahora existen. Aunque se deberían fomentar desde primaria, no es en el bachillerato donde defines si te gustan más las ciencias o las letras, es cuando eres más pequeña. Es más, creo firmemente en la iniciación temprana en los entornos de programación, ya que, como mínimo, te permite entender lo que hacen y cómo funcionan los programas por detrás y así comprender mejor tus acciones cuando usas el ordenador.
Pero por costumbre no se incide en ese aspecto, a las niñas no se les dice “que lista eres”. Se les dice “que guapa eres”, siempre. Sé que es un tópico y que todos lo hacemos inconscientemente, pero es cierto. A los niños también se les dice que son guapos, pero de igual forma se les dice que son listos, que son rápidos, que son fuertes y que son inteligentes. A las niñas también, pero se les dice mucho más que son guapas, y “qué bien te queda esto” y “qué bonito has dibujado esto”.
¿Qué papel tienen las mujeres en el tejido empresarial?
Las mujeres tenemos menos oportunidades de equivocarnos, porque a la mínima que te equivocas ya te tachan de que no vales, o de que no es tu rol. En este tipo de cosas a lo mejor en hombres la manga es un poco más ancha. Las barreras que existen hoy en día son todos los machismos, el patriarcado interiorizado que todos tenemos, hombres y mujeres, que nos hacen muchas veces valorar el trabajo de los compañeros y las compañeras de manera diferente.
Otra lacra que arrastramos las mujeres es el tema de la maternidad, ya que mentalmente todo el mundo atribuye la carga del trabajo de los niños a las madres. Y eso hace que en la mayoría de las empresas piensen en ti con menos disponibilidad, porque como has tenido un hijo o tienes un hijo, parece que no tengas tanto tiempo como un compañero que haya tenido un hijo.
¿Dónde están las mujeres en el sector TIC?
En el ámbito de las TIC las mujeres tienen un papel minoritario, como en todos los entornos tecnológicos. Creo que es algo que se tiene que fomentar y, sobre todo, nos tenemos que empoderar nosotras mismas para creer que podemos.
Creo que hay un sentimiento, o pensamiento generalizado por parte de las niñas o mujeres de que “el sector está lleno de hombres, igual no valgo, igual no me valoran, igual me tachan de bicho raro”. Pero puedo afirmar que una vez dentro del sector los compañeros y las compañeras van a estar para ayudar, sin duda, no para menospreciar o criticar.
Por esto son necesarias acciones, como esta entrevista, para fomentar y dar visibilidad a que, en el mundo de la tecnología, aunque obviamente es mayoritariamente masculino, hay muchas mujeres y de cada vez más.
Veo avances hacia una sociedad igualitaria, lo que implica un sector igualitario técnicamente hablando. Aun así, sigue siendo muy difícil en los procesos de contratación encontrar compañeras que programen. Pero hay esperanza. De no haber casi ninguna hace 20 años, ahora hay alguna. Algo hemos avanzado, aunque sin duda tenemos mucho que hacer en este aspecto.
¿Cuándo viste claro tu futuro profesional?
Desde pequeña he sido totalmente tecnológica, o de ciencias podemos decir. En mi colegio daban unas asignaturas de programación y de electrónica orientadas a ingenierías y ahí lo vi claro, mi destino era la ingeniería. En el Bachillerato ya me decliné por toda la rama de ciencias. Y, cuando llegó el momento de elegir la carrera, opté tanto por la de Informatica como la de Industriales, pero realmente con la vista puesta en la de Informática, que era lo que más me gustaba.
¿Qué cambios has notado en el sector o el mundo tecnológico desde que empezaste en él hasta ahora?
Han pasado más de 20 años desde que empecé a tocar ordenadores y estos últimos años la tecnología ha mejorado espectacularmente. Realmente lo que ha cambiado es la tecnología no mi experiencia o visión sobre ella.
Hoy en día, aunque solo seas usuario tienes que trabajar con un ordenador, por lo tanto, un mínimo de conocimientos yo creo que todo el mundo debe tener. Por ejemplo, yo cuando iba al colegio, los trabajos los hacíamos a mano. Y ahora es todo con Word y te puntúan que hayas usado los estilos para hacer el índice automáticamente.
Es más, aunque seas ebanista vas a tener que hacer facturas a tus clientes, vas a tener que recibir facturas de tus proveedores y vas a tener que realizar unas gestiones, aunque sea con Hacienda, para las que vas a necesitar usar un ordenador.
¿Cómo definirías la presencia femenina en el sector TIC y en la sociedad en general?
En los últimos años ha habido un boom del feminismo que nos ha hecho a todos ponernos las gafas moradas, incluso en las universidades, las empresas o las federaciones deportivas, así que todo el mundo está intentando visibilizar el trabajo del género femenino.
La mirada lila es relativamente actual porque, por ejemplo, cuando yo estudié no percibí que existiera ningún plan para fomentar el acceso de las mujeres a las carreras técnicas. Y estoy segura de que ahora existen. Aunque se deberían fomentar desde primaria, no es en el bachillerato donde defines si te gustan más las ciencias o las letras, es cuando eres más pequeña. Es más, creo firmemente en la iniciación temprana en los entornos de programación, ya que, como mínimo, te permite entender lo que hacen y cómo funcionan los programas por detrás y así comprender mejor tus acciones cuando usas el ordenador.
Pero por costumbre no se incide en ese aspecto, a las niñas no se les dice “que lista eres”. Se les dice “que guapa eres”, siempre. Sé que es un tópico y que todos lo hacemos inconscientemente, pero es cierto. A los niños también se les dice que son guapos, pero de igual forma se les dice que son listos, que son rápidos, que son fuertes y que son inteligentes. A las niñas también, pero se les dice mucho más que son guapas, y “qué bien te queda esto” y “qué bonito has dibujado esto”.
¿Qué papel tienen las mujeres en el tejido empresarial?
Las mujeres tenemos menos oportunidades de equivocarnos, porque a la mínima que te equivocas ya te tachan de que no vales, o de que no es tu rol. En este tipo de cosas a lo mejor en hombres la manga es un poco más ancha. Las barreras que existen hoy en día son todos los machismos, el patriarcado interiorizado que todos tenemos, hombres y mujeres, que nos hacen muchas veces valorar el trabajo de los compañeros y las compañeras de manera diferente.
Otra lacra que arrastramos las mujeres es el tema de la maternidad, ya que mentalmente todo el mundo atribuye la carga del trabajo de los niños a las madres. Y eso hace que en la mayoría de las empresas piensen en ti con menos disponibilidad, porque como has tenido un hijo o tienes un hijo, parece que no tengas tanto tiempo como un compañero que haya tenido un hijo.
¿Dónde están las mujeres en el sector TIC?
En el ámbito de las TIC las mujeres tienen un papel minoritario, como en todos los entornos tecnológicos. Creo que es algo que se tiene que fomentar y, sobre todo, nos tenemos que empoderar nosotras mismas para creer que podemos.
Creo que hay un sentimiento, o pensamiento generalizado por parte de las niñas o mujeres de que “el sector está lleno de hombres, igual no valgo, igual no me valoran, igual me tachan de bicho raro”. Pero puedo afirmar que una vez dentro del sector los compañeros y las compañeras van a estar para ayudar, sin duda, no para menospreciar o criticar.
Por esto son necesarias acciones, como esta entrevista, para fomentar y dar visibilidad a que, en el mundo de la tecnología, aunque obviamente es mayoritariamente masculino, hay muchas mujeres y de cada vez más.
Veo avances hacia una sociedad igualitaria, lo que implica un sector igualitario técnicamente hablando. Aun así, sigue siendo muy difícil en los procesos de contratación encontrar compañeras que programen. Pero hay esperanza. De no haber casi ninguna hace 20 años, ahora hay alguna. Algo hemos avanzado, aunque sin duda tenemos mucho que hacer en este aspecto.
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